CAPITULO 5: Un departamento, una cocina… UNA HABITACION?!
Después de por primera vez trabajar juntos intentando
convencer a sus madres de que debían cambiar de opinión, diciendo todo lo que
se les vino a sus mentes estresadas y nerviosas.
Que los horarios, que si los habitos, que si las
universidades estaban en polos opuestos, que si a Changmin solo le gusta la
comida de su casa, Que Jaejoong no pretendía cocinar a gusto del
Mocoso-endemoniado-Shim.
Mil y una excusas, pero sus madres con sus brillantes
sonrisas los callaron con una sola explicación.
“De ESO se trata chicos”
Ha! Y aclarando que “tienen lo que resta de hoy y el día
de mañana para tomar lo que necesiten, empacar y mudarse, Chagmin aquí tienes
la dirección y las llaves”
Porque claro que las señoras ya habían comprado el
departamento ya amueblado
Madres…
La resignación fue lo único que les quedó a ambos
muchachos, dándoles un beso a sus madres, una última mirada entre fulminante y
de lastima entre ellos, tomando rumbos diferentes.
Cada quien a empacar sus
cosas… y con ellas sus inmensas ganas de salir huyendo.
Jaejoong en su habitación no paraba de maldecir por lo
bajo, y que la idea de tener que vivir con el
“Amargadoretrogadalunaticoenfermosexual Shim” no le agradaba en lo más minimo,
sabía perfectamente que estando atado a la boda eso pasaría algún día, pero
sinceramente esperaba que no fuera tan pronto.
Guardó su ropa, sus zapatos y sus preciadas revistas de
repostería cuidadosamente en las cajas que había logrado conseguir del atico;
cosas necesarias, cosas no tan necesarias pero queridas y cosas como ese
portareratos negro y plateado que traía en sus manos, donde se veía una hermosa
foto de su madre, sonriéndole a la cámara postrada en aquella fría cama de
hospital…
Su hermosa madre… la mujer que ha dado su vida por él,
que aún con todos sus compromisos lo conoce, su madre…
Kim estuvo a punto de quebrar aquel hermoso cuadro culpa
de la rabia que le daba recordar a su padre…
Ese maldito… a quien admiraba tanto tan solo hace un par
de años, quien ocultaba su verdadera personalidad detrás de su resplandeciente
y fuerte presencia y actitud segura.
Ese infeliz…
Y es que enserio todo esto lo hacía por su madre, por que
ese infeliz que tiene que llamar por
respeto “padre” que de padre no tiene ni
siquiera alguna de sus canas, ese hombre…
Ese maldito ser que enamoro a su delicada y enferma
madre, quien se supone la hacia feliz, quien supuestamente la amaba… tenía que seguir sus reglas para que no le
dijera a su madre que la había engañado mientras ella estaba postrada en una
cama por su enfermedad cardiaca…
La engañó cuando más lo necesitaba… la traicionó…
Necesitaba
encontrar a su padre, estaba feliz de que su madre ya hubiese podido hablar
después de un mes en cama, la operación había sido un éxito y por ello la
rehabilitación había sido lenta pero segura, dándole una inmensa alegría que su
madre después de tanto esfuerzo ya haya podido estar despierta lo suficiente
para platicar unos momentos con él y comer un poco.
Corría
por toda la mansión abriendo puerta por puerta, no escuchaba las palabras de la
ama de llaves que lo siguió hasta las enormes escaleras…
Jaejoong
no se dio cuenta del rostro preocupado y angustiado de aquella mujer; él corrió
y busco hasta llegar a la habitación de visitantes, cerca de ella paró su
carrera y es que el sonido de una cama y leves suspiros traspasaban la puerta
de ese lugar, trato de contener la respiración que nisiquiera había recuperado,
quiso pensar que era un error y volver a buscar, pero su curiosidad fue más
grande que las ganas inexplicables de salir huyendo de ahí que se había
instalado en su agitado corazón.
Tomó
la manija de la puerta y poco a poco la abrió hasta poder asomarse.
Y
ahí estaba, el cuerpo de su padre encima de la que suponía era la nueva
sirvienta que había traído ese hombre de otro país.
Su
mente quedó en blanco y solo pudo ver aquel vaivén frenetico de las caderas de
su padre enrrolladas en las piernas de aquella mujer rubia de nombre
desconocido, escuchaba los suspiros asquerosos de aquella sucia mujer y los
jadeos del malnacido que hasta ese día había amado…
Lo
vió todo, el sudor, el movimiento, todo… hasta que terminó; ninguno de los dos
se había dado cuenta de su presencia hasta que Jaejoong en un ataque de rabia
azotó la puerta que había estado sosteniendo, asustando a la puta que estaba
acostada con “su respetable padre”.
-QUE
MIERDA ESTAS HACIENDO?!, ASÍ ES COMO LE PAGAS A MAMÁ? ESTA ENFERMA CASI SE
MUERE EN EL MALDITO HOSPITAL Y TU REVOLCANDOTE CON ESTA PIRUJA! ERES UN
ENFERMO! - los gritos de aquel joven y
dolorido Kim se escucharon por toda la mansión, la servidumbre solo podía bajar
la cabeza y es que ellos sabían de aquella aventura, todos y cada uno apreciaba de forma especial a la dueña de
aquella mansión y a su hijo, quienes siempre habían sido buenos con ellos,
aquellos sirvientes que vieron crecer al Joven Jaejoong.
Les
apenaba la situación que sabían que no podían decir nada, no solo por perder el
empleo si no porque estaban al tanto de la enfermedad cardiaca de su patrona,
tratando de hacer vista gorda y esperando que esa aventura terminará pronto.
Pero
el sonido de un fuerte golpe y el quejido del hijo de los Kim los alertó
haciendo que se acercaran buscando hacer algo pero escucharon más gritos,
impidiéndoles a aquellas personas que estaban ahí dar un paso más.
-
CALLATE MOCOSO – grito el señor Kim
después de haberle propinado un golpe a puño cerrado en la mandibula a su
propio hijo.
- Eres un enfermo… - susurra Jaejoong
escucpiendo la sangre que salía de su boca, mirando a aquel ser despreciable
con el mayor de los odios.
- Y ¿que vas a hacer? Le diras a tu madre
para que se muera de un infarto?, HASLO! ME HARÍAS UN PUTO FAVOR!, YA NO QUIERO
A ESA MUJER DEFECTUOSA ESTORVANDOME!
- MALDITO! COMO TE ATREVES! MI MADRE TE
DIO LOS MEJORES AÑOS DE SU VIDA! ERES UN – una patada y Jaejoong tuvo que sostener
su estomago del dolor.
- TU MADRE YA NO ME SIRVE NI PARA UN
PASATIEMPO!, NO LA DEJO POR LASTIMA! ASI QUE SI ERES INTELIGENTE CALLARAS TU
INUTIL BOCA, A MENOS QUE ME QUIERAS HACER EL FAVOR DE MATARLA – otra patada y
aquel hombre que solo había tomado su ropa interior, se vistió rápidamente y
salió de esa habitación no sin antes despedir a aquella chica que no le servía
más que para tener sexo, y sinceramente, ya la había usado suficiente.
- Maldito…. – y las lagrimas comenzaron a
darramarse, vió la silueta de la mujer rubia yendo detrás de aquel tipo,
escucho lejanamente la entrada cerrarse de un portaso y luego silencio.
Rápidamente
las mucamas y la ama de llaves lo
ayudaron a pararse, llevandoló a su habitación para curarle las heridas; luego
de ser curado le pidieron disculpas por no haberle informado de la situación,
negando con la cabeza y sonriéndoles un poco hizo que dejaran de preocuparse
por ello, las comprendía era su sustento así que no podía reclamarles nada.
Después
de curarlo guardaron todo en el botiquín y con una reverencia salieron de
aquella
habitación, cerrando la puerta y dejando solo a Jaejoong.
Las
lagrima no habían dejado de caer desde que empezó a llorar en aquel piso,
golpeado por su propio padre; la ama de llaves trato de calmarlo pero no pudo y
es que sentí, dolor, tristeza, odio… sentía todo aquello que no debía de sentir
y por la persona que tanto idolatraba…
-
¿Por qué papá?... ¿Por qué nos hiciste
esto?... ¿Por qué?... – y en sollozos lastimeros cayó dormido, buscando paz en
sus sueños; porque esa vida que él veía como perfecta…
La
había destrozado ÉL….
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Despertó
con un dolor de cabeza espantoso, sentía que todo le daba vueltas y su pecho se
sentía pesado; recordó lo ocurrido hacía unas horas, y sus ojos quisieron
derramar lágrimas nuevamente, las quitó rápidamente, se levantó viéndose la
cara en el enorme espejo que estaba frente a su cama, el golpe había hinchado
un poco su labio, corrió al baño se lavó la cara y con un poco de maquillaje (de
ese que utilizaba para las obras escolares) tapo el moretón.
Salió
de su casa decidido a hacer feliz a su madre, guardaría la traición del
susodicho por el bien de esa mujer que tanto ama, cargaría el pecado de ese
hombre en su alma toda la vida, sonreiría para su madre, así como ella lo hacía
por él.
Lo
haría por ella… todo por ella.
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Aquel suceso marcó la perspectiva que tenia de su padre y
por ende su relación, lo repudiaba, lo saludaba y trataba de hablar con
normalidad cuando su madre estaba alrededor para no preocuparla, pero cuando
ella se retiraba a descansar o algún compromiso, el podía cambiar su falsa
mirada tranquila por el verdadero asco que le tenía y podía largarse a
cualquier parte donde no tuviera que verle la cara.
Siguió empacando sus cosas dejando ese cuadro tan
especial en su bolso de mano, ya que no quería que se perdiera o algo por el
estilo; estaba casi listo cuando el sonido de la puerta interrumpe sus
pensamientos. Le dio el pasó a la persona que había tocado y grande fue su
sorpresa cuando vio a su sonriente madre sentándose tranquilamente en su cama.
-
Hijo
siéntate quiero hablar contigo – Jaejoong se sentó a su lado sonriéndole
ligeramente.
- Jaejoong,
mi pequeño Jae, se que lo que estas haciendo es un gran sacrificio, se que no
te gusta nada la idea de tener que irte a vivir con alguien que muy apenas
conoces y sé que sientes que esto es como aprisionarte antes de tiempo – hubo
un silencio, su madre acarició su palida mejilla y continuó – pero sabes que
nunca haría algo que te dañe, se que esto es lo mejor, no quiero que te cases
con un loco o con alguien que no puedas soportar, esto es una prueba, trata de
sobrellevarla lo mejor posible, disfruta esta experiencia hijo, yo te amo, ¿lo
sabes verdad?, te amo y te extrañaré merodeando en la casa, se que he fallado
como madre al no estar mucho tiempo conti…
- - Tú
nunca me has fallado, también te amo y te visitaré seguido, haré lo mejor que
pueda Omma – Sonríe y besa la frente de su madre, ella lo abraza a su pecho,
pequeñas lagrimas querían salir de sus ojos…
Esa… esa era la mujer por la cual aguantaría esto y más,
ella..
Esa mujer de la cual siempre estará orgulloso.
Su dulce, fuerte, amable y bella madre.
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Changmin había llegado a aquel departamento hace más de
una hora, el piso estaba ya amueblado de un elegante estilo modernista, la mesa
de cristal en medio de la sala, la cual era completamente blanca, una enorme
cocina que parecía más cocina de restaurante que de departamento, un plasma
enorme que estaba empotrada a un mueble negro donde había espacios para libros,
fotos y demás accesorios para la casa.
El departamento era amplio a lo poco que había visto, aún
no entraba a las habitaciones, pero cuando se disponía a hacerlo la manija de
la puerta se abrió, mostrando a un Jaejoong con bolsa en mano y algunas cajas
en sus pies, el muchacho no se dio cuenta de su presencia hasta que levantó la
mirada, saltó de la sorpresa y tratando de disimular guardó las llaves en su
bolso, cargando una de las cajas que esperaban en sus pies.
-
Pensé
que habías recapacitado y no te atreverías a poner un pie en el departamento –
ese fue el saludo de Changmin que simplemente de puso atrás de la barra de la
cocina apoyándose en ella.
- Yo pensé
que me darías la virtud de obtener la ley del hielo de tu parte Shim – segunda
caja.
- -Te
recuerdo que el cobarde aquí eres tú, asi que vete acostumbrando a mis reglas.
- - JA!
Perdona pero el departamento también es MIO así que acostúmbrate a mandarle a
tus calsones que conmigo no cuentes, idiota.
- -YAH!
Estoy aquí por tu maldita culpa cobarde así que ni creas que YO seguiré TUS
reglas.
- -Idiota,
mocoso creído – susurró terminando de meter las cajas y cerrando la puerta;
sintió un jalon en su brazo y su espalda toco la puerta recién cerrada.
- -Mira
estúpido mas te vale que me vayas respetando ENTENDISTE?! – Shim empujo con más
fuerza a Jaejoong hacia la pared haciendo que su bolsa, las cual había
resbalado por su cayera completamente al suelo y el sonido de algo quebrarse se
hizo presente.
- -NO!
– grito Kim quitándose a su roomate obligado de encima, agachándose para
recoger su bolsa pero – ERES UN IDIOTA SHIM CHANGMIN!
- -YAH
QUE NO ME GRITES! – Changmin se agacho para volver a amenazar a su “prometido”
pero grande fue su sorpresa al ver esos ojos vidriosos y una mirada angustiada
en su rostro.
Aquella imagen lo dejó paralizado, ya
que debía admitir que aquel chico era muy atrayente – aunque su orgullo no le
permita admitirlo abiertamente – y ver aquel rostro tan compugnado hizo que
algo en su corazón se quebrara un poco.
- - Era
mi portaretrato favorito… - susurró tristemente Jaejoong - ¿DIME QUE TE HICE
PARA QUE ME TRATES ASÍ? – Shim se quedó impresionado por la fuerza de aquellos
enormes ojos que lo veían con autentico dolor.
- -TU
me arrastraste a esto Kim Jaejoong…
- -Y
crees que para mi es fácil ha?!, eres un agresivo compulsivo, me tocas sin
permiso, me atacas ¿CREES QUE YO QUERIA ESTO? Tu maldita agresividad acaba de
hacerme perder lo más valioso que tengo BRAVO SHIN CHANGMIN!
- -ES
UN SIMPLE PORTA RETRATOS PUEDO COMPRARTE UNO MEJOR POR DIOS NO SEAS DRAMATICO!
– se levantaron juntos desafiándose con la mirada, nadie nada brazo a torcer,
nadie quitaba esa barrera invisible.
- -ES
EL PRIMER REGALO QUE ME DIO MAMÁ IMBECIL! NO ES UN SIMPLE PORTARETRATOS! –
gritó Jaejoong pasando a su lado golpeando fuertemente su hombro; escuchó como
una puerta se abría y se azotaba estrepitosamente.
- -JAEJOONG!
YAH! JAEJOONG! – grito tomándose el cabello con desesperación. Sabía que había
hecho mal, pero es que él no quería esto, enserio odiaba al tipo Kim por
encerrarlo en esta realidad…
Esto
iba ser una pesadilla, pensaron ambos chicos, uno apoyado en
la puerta del baño y el otro sentado en uno de los sillones. Ellos
definitivamente no se llevaban bien, ¿como pretendían casarse? ¿Cómo?...
Unas horas después las cosas se habían calmado, Changmin
tomó las piezas del portaretrato viendo si aun encajaban, Jaejoong salió del
baño haciendo que el otro escondiera su obra.
-
- Supongo
que tiraste las piezas… - el moreno asintió distraídamente escuchando el
suspiro resignado de Kim, quien buscando su maleta pequeña se dirigió a la que
creía era una de las habitaciones.
Changmin al ver desparecer al otro siguió tratando de pegar
las piezas de aquel cuadro, viendo la foto de esa mujer que se parecía tanto al
fantasma ese que viviría con él desde ahora.
-
- Es
hermosa… - susurró tranquilamente, mientras seguía pegando las piezas, pero un
grito desde el pasillo lo distrajo de su acción haciéndolo quebrar en dos una
de las piezas.Con frustración se dirigió
al lugar donde estaba parado Jaejoong con cara de idiota – mas de lo normal –
-¿Qué en tu casa no te
enseñaron a no gritar? – la respuesta del moreno fue el agarre fuerte del otro sobre sus manos y
el apunte con el dedo índice hacia el lugar que veía.
- dime… dime porfavor que
hay más habitaciones.. – susurra traumatizado Changmin..
-No Shim… no las hay…
Ambos de quedaron con la
boca abierta al ver que ese gran departamento solo tenía una habitación, la
cual solo tenía una cama… la cual era queen size… la cual era… era…
-
- Esto
es una broma verdad? – saltaron al escuchar el timbre del teléfono de Changmin,
ambos vieron el celular como si de un demonio de tratase y aún en shock el
moreno contestó…
- -Que
pasa madre? – al escuchar que era la señora Shim, el fantasma como le decía su
prometido paró bien la oreja.
- - Si
mama ya la vi… este… no se están apresurando?... por favor.. n-, anda….
Entiendo, también te quiero…
- -Que
te dijo?! – pregunta Jae cuando el teléfono fue colgado.
- Que
ellas prepararon la habitación especialmente para nosotros, que ni se nos
ocurra cambiar algo porque llorarán…
- -Osea
que…
- -Esto
no puede ser…
- -DORMIREMOS
JUNTOS?! – gritaron ambos pensando que sí, definitivamente, esto sería una
pesadilla.
Changmin quedó en shock viendo la habitación,
definitvamente no pretendía compartir cama con ese gatocobarde no quería, eso era demasiado, el no deseaba nada de
esto, ni mudarse, ni compartir cama, ni casarse, no quería nada de esto, ¿Cómo?
¿Como pretendían que su vida cambiara de esa manera sin objeción alguna? ¿Por
qué le pasaba esto a él?, el tenía planes, quería terminar su universidad,
viajar, tener relaciones con gente de otros países, conocer chicos, quería…
quería…
-
- TE
QUIERO FUERA DE MI VIDA KIM JAEJOONG! – su grito...
cContinuará!....