BUSCANDO OLVIDARTE ME EMBRIAGUE… Y SI, ME HUNDÍ MÁS.
ADVERTENCIA: LEMON ~
Después de que recibir tal grito, seguido de un portazo Jaejoong
decidió ignorar los arranques de histeria de Changmin y comenzó a desempacar.
Ropa…Guardada (dejándole espacio al Chango).
Utensilios de cocina especiales… acomodados.
Libros y laptop Acomodados (gracias a Dios había DOS
escritorios)
Porta retratos…
-Ash, por culpa del chango ya no tengo mi portarretratos…
salvaje idiota – suspira tomando la amada foto colocándola en otro recuadro –
no es lo mismo… pero no quiero que te maltrates
– besó la foto y la acomodó en
la mesa de centro.
Terminando de ordenar y limpiar un poco el departamento –
si, el piso ya está limpio, lo hace como tic nervioso- tomó una pequeña copa y
se la llenó de vino tinto (que se encontró por ahí), tumbándose en el sillón,
cerró los ojos…
-
-Mamá…
¿podré aguantar esto? – un sorbo – necesito soportarlo, se que el idiota ese
tiene razón, parezco un cobarde, pero ¿cómo te arriesgo? ¿Cómo me arriesgo a
perderte? No puedo…
Así pasaron las horas y las copas, terminándose toda la
botella el solo decidió irse a dormir.
Arrastrando los pies llegó a la cama,
tomando el lado derecho de esta tapándose tan solo un poco con aquella suave
sobrecama ah~ que comodidad… y con
ese pensamiento cayó en los brazos de Morfeo, buscando consuelo en ese mundo
donde nadie es malo y no esta amarro a este destino que tanto esta odiando.
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Horas más tarde, la puerta de aquel departamento se abrió
ruidosamente, dejando pasar a ese alto moreno que llevaba todo sobre sí menos
su conciencia.
Changmin se quitó los zapatos y tropezando con todo
mueble y mesa que se cruzara en su camino llegó a la cocina, estaba totalmente
ebrio, no podía dar siquiera dos pasos sin marearse. Changmin no era un mal
bebedor, aunque de hecho beber no era su actividad favorita, tenía que hacerlo
frente a los clientes y socios de su padre, por ende, sabía cómo evitar hacer
escenitas por pasarse con el alcohol. Buscó un poco de agua y unas pastillas
que él había acomodado en uno de los cajones, tomando dos se apoyo un poco en
la barra y suspiró; enserio estaba mal, solo quería ir a la cama, retirándose a
la habitación de dio cuenta que la botella de SU vino FAVORITO estaba vacía en
la mesa de la sala, bufó molesto pero demasiado mareado como para ir por ella y
quebrársela en la cabeza a Jaejoong decidió esperar hasta mañana.
Caminó apoyándose firmemente (o eso creía él) de las
paredes hasta llegar a la su cuarto, donde un chico delgado, de piel blanca y
su nuevo dolor de cabeza ya estaba durmiendo tranquilamente y como no si se tomó todo mi vino… maldito
ebrio usurpador.
Bufó de nuevo quitándose su ropa quedándose simplemente
con su bóxer negro, arrastró los pies hasta la cama y se dejó caer en ella;
logró escuchar un quejidito del pelinegro – ommasdh medichaa noo~ - algo así
había entendido, termino por recortarse y sin darse cuenta sus rostros habían
quedado de frente, pudiendo percibir el delicioso olor del vino tinto…
Estaba ebrio ¿ya lo había aclarado?, y ebrio como estaba
se acercó lentamente al rostro dormido de el
fantasma Kim, rosando ligeramente sus labios.
-
Aún
tiene el sabor… - susurró para inmediatamente apresar aquellos labios en un
beso demandante…
-
- Peeegeg
QUE?! – grita Jaejoong despertándose, cayendo de la cama junto con las sabanas-
¿QUE PRETENDES?! – grita arrastrando las palabras aun con los efectos del vino.
Changmin bajando de la cama y dándole la vuelta se
inclinó un poco, lo levantó fuertemente del brazo quedando ambos mirándose
fijamente, uno con mirada seria y turbia; el otro con algo de miedo y si…
también turbia.
-
- Tú
te tomaste mi vino favorito ¿sabías? – le susurra pegando sus labios a su oído
con sus cuerpos solo separados por las sabanas.
-
- Suéltame
Changmin… estas ebrio – dice tratando de zafarse.
-
-¿Qué
te suelte? – ríe burlonamente haciendo caer toscamente a Jaejoong en la cama.
El moreno observa un poco aquel cuerpo de pies a cabeza
enredado entre las sabanas, vio sus confundidos ojos y por ultimo aquellos
labios; se inclinó hasta quedar encima del pelinegro quien intento patearlo
pero sin mucha fuerza, ya que el alcohol lo debilitaba terriblemente.
-
- ¿Sabes
lo caro que es el vino que te has tomado? Era mi favorito Kim… devuélvemelo –
lo besa fuertemente de nuevo, recibiendo una cachetada, que aunque no fue hecha
con mucha fuerza, lo había atontado.
-
- Aléjate,
QUITATE!! NO ME TOQUES! – las lagrimas comenzaron a bajar por aquellas
enrojecidas mejillas, una a una, formando dos ríos salados que hicieron a Changmin
quedarse quieto, sin quitarse de encima.
-
- Dime,
¿Por qué lloras? ¿por la misma razón que con el portarretratos? ¿lloras
porque te duele, porque no quieres? – comienza a mover sus caderas simulando
embestidas. Jaejoong se muerde los labios.
-
- yo
tampoco quiero Jaejoong, yo tampoco quiero tener que estar aquí... y menos
quiero sentirme así, no sé si es porque estoy ebrio, por el sabor del vino o
simplemente... porque pareces ser adictivo, pero no quiero parar...
Aumenta los movimientos
escuchando pequeños gemidos de parte del pelinegro, besa su cuello y siente la espalda
del otro arquearse, esas manos tratando de separarlo de su cuerpo.
-
- Para…
- las lagrimas no se detienen, la impotencia y cierto placer lo hacen sentir
minimizado, el tampoco quiere esto…
-
- Deja
de llorar, tú dices que pare pero tu cuerpo pide otra cosa, ¿a quién debería
hacerle caso ah?, ya no llores, guarda tus lágrimas para mañana, porque te haré
mío de tal forma que no podrás pararte…
-
- Maldito…
Jaejoong besa a
Changmin mordiéndolo con toda su fuerza, buscando lastimarlo, herirlo como se
estaba haciendo a sí mismo, porque él sabía perfectamente que si quisiera
hubiera podido quitárselo de encima, pero el problema es que no deseaba
hacerlo, también estaba ebrio, él también estaba embriagándose por la sensación
y el masculino olor de aquel moreno que le había comenzado a desabrochar la
camisa mientras seguía besándolo. Sintió una de sus manos ser guiada por la
fuerte de aquel chico sintiendo en ella el bulto que se formaba bajo los bóxer;
la mano le guió en el ritmo y la boca ajena ya estaba invadiendo su cuello, sus
gemidos eran cada vez mas repetitivos y más fuerte, así como los movimientos de
caderas de Changmin.
Shim terminó de desvestirlo dejándolo completamente
desnudo, su cuerpo expuesto, sin sabanas que lo cubran ya que estas fueron
descartadas hace rato; Sintiendo una mano invasora en su miembro, Jaejoong se
aferro a la espalda de Changmin, ambos hincados sobre la cama. El moreno volvió
a guiar la mano del pelinegro a su miembro resistiéndose a gemir, ya que las
caricias de aquel chico no podían ser más acertadas.
Se tumbaron en la cama, quitándose lo último que quedaba
encima de sus cuerpos, volvió a besar a Kim en los labios, siguiendo el
recorrido a su cuello, succionando sin dejar marca alguna, bajando suavemente
hasta rodear uno de los rozados pesos, lamiendo y mordiendo ligeramente,
haciendo suspirar al cuerpo bajo suyo; continuo con el otro y con su húmeda
lengua saboreo todo ese torso blanco y suave, como un gato disfruta un plato de
leche.
Dejó de acariciar esa parte intima para apretar con sus
manos las estrechas caderas de Jaejoong.
-Ahh~ Changmin tranqui aahh – pero no pudo seguir
hablando cuando su cuerpo se arqueó por culpa de una lengua husmeando entre sus
piernas, sin llegar a tocar su miembro.
- umm~ ¿Deseas que te haga sentir bien con mi boca
Jaejoong ah? – dice mientras sigue lamiendo, muslos, cadera, aquella zona
peligrosa que es el inicio de ese miembro ansioso por atención.
- tss si vas a hacer algo hazlo Ya! – Jaejoong se remueve
aun siendo sujetado por el castaño de las caderas, este, sonriente sube hasta
la boca “enemiga” rosando aquel miembro erguido con su torso haciendo gemir
entre dientes a Kim.
-¿Por qué no gimes? ¿Vergüenza u Orgullo? – le pregunta
en un susurro – Gime Jaejoong – el menor comienza a desvestirlo de manera rápida,
alejando las manos de Jaejoong con una sola suyas, definitivamente el efecto
del alcohol en ambos era completamente opuesto, el mayor sin fuerza y Shim con
la suficiente para desabotonar su pantalón y bajarlo, su pecho aun cubierto por
aquella molesta tela se quedó asi, culpa de los aunque débiles, brucos
movimientos de Kim.
La cama rechinaba por aquella lucha, Changmin quito le
quitó el bóxer dejándolo completamente desnudo de la parte inferior, el miembro
erguido de su “obligado sexual” hizo acto de presencia. Shim sonríe, tomando el
miembro con la mano izquierda, mientras que con la otra aún sostenía las
muñecas del pelinegro.
-Gime Joongie ~ - canturrea, su mano izquierda moviéndose con
rapidez sobre aquel miembro. Jaejoong mordía su labio inferior hasta sangrar,
el sabor metalico llenando su boca lo exitaba un poco más. No, no era
masoquista, pero esa agresividad, ese Changmin lo exitaban de sobre manera, pero
no lo aceptaría.
El menor ya cansado de su resistencia besa los labios
color rojo con fuerza, compartiendo el sabor a sangre, saliva y vino; no podía
controlarse, la suavidad y esponjosidad de aquellos labios lo volvían loco.
Jaejoong arqueó su espalda y un líquido blanquecino salió llenando la mano
ajena. Shim sonrío, observando su mano dejando escapar una carcajada.
-no te rías idiota! – el sonrojo fue inevitable, Jaejoong
quería que se lo tragara la tierra…
- vaya que te gusta la mala vida Jaejoongie ~… pero sabes
– besa su cuello y en un susurro le dice – sigo yo de disfrutar.
Los ojos completamente abiertos de Jaejoong observaron
asustados como Changmin dirigía su mano a la parte inferior de su cuerpo y no
precisamente la que acababa de tomar.
-
- AHHH!
– grita sin tapujos Kim después de recibir un dedo humedecido por su propio
semen en su entrada – SACALO, MALDITA SEA CHANGMIN SACALO! – lagrimas salen
nuevamente, pero esta vez de dolor, inevitables.
-
-Tranquilo…
- susurra el menor moviendo, aún sin proponérselo con cuidado su dedo dentro
calido del otro quien gimoteaba quedito.
-
- Cha…changmin
– Shim siente como su piel se eriza al escuchar su nombre dicho por esa voz,
entre un susurro y un gemido…
Profundo…
Ronco…
Suplicante…
Changmin observó fijamente al joven bajo su cuerpo, lleno
de sudor… su piel blanca y esos labios rojos…
¿Cómo?...
¿Cómo un hombre podía verse tan… hermoso?
¿Por qué…?
Aquellas preguntas quedaron sin respuesta cuando sintió
el cuerpo bajo él mover un poco sus caderas, pidiendo más…
El joven Shim sacó tu dedo rápidamente, tomando
desprevenido al cuerpo bajo él.
Y lo hizo… sin contemplación, sabiendo perfectamente que
aun no estaba totalmente preparado.
Perforo el interior de Jaejoong con fuerza, tratando con
ello olvidarse de esos estúpidos pensamientos. Jaejoong grito nuevamente pero
más fuerte, pero al menor no le importaba, se movía.
Rapidamente…
Fuertemente…
Dolorosamente…
Tomando el miembro del mayor, el cual se volvia a
levantar, moviendo su mano al ritmo de las envestidas.
Entraba y salía a su antojo hasta que el climax llegó a
él. Cansado salió, sin cuidado del interior sangrante del mayor y se tiro a un
lado de él.
-
-Cruel…
- susurró Jaejoong son lagrimas en los ojos.
-
- Lloras
mucho… te dije que te haría lamentar el tomarte mi vino…
Jaejoong le dio la espalda a castaño, guardando silencio.
El menor levantó las sabanas y se tapó con ellas, conciliando el sueño.
Estaba cansado y ebrio. Pensar era lo que menos pretendía
hacer.
Changmin despertó una hora después, aun siendo con la luz
de la luna alumbrando, su acompañante seguía en la misma posición de antes,
aparentemente dormido. El menor recorrió su figura con la mirada, percatándose de
una mancha inusual en aquella sabana. Con cuidado acercó su mano a la zona
oscura, dándose cuenta que era una mancha de sangre, asustado, tomó la sabana y
destapó a Jaejoong, quien se removió incomodo y somnoliento.
Un hilo de sangre corría desde la entrada de Jaejoong,
pasando por su trasero. Shim se movió apurado al baño buscando su botiquín de
primeros auxilios.
Ya no estaba ebrio… se le había pasado la mano.
Jaejoong estaba demasiado cansado como para tratar de salir
de su estado semi dormido, solo sentía en lejanamente movimiento y algunos
ruidos.
El menor saco un pañuelo húmedo y un pequeño algodón con algo
de pomada, con cuidado, sin despertar a Kim, limpio el hilo de sangre
suavemente con el pañuelo humeno y luego colocó la pomada con ayuda del algodón.
Estaba completamente inflamada, prácticamente había partido en dos al pelinegro
y se arrepentía.
Aunque su mayor problema no era ese…
Lo que más preocupaba Shim Changmin, es que se arrepentía
de averse pasado de la raya…
Pero no se arrepentía de haberse acostado con un tipo…
Kim Jaejoong… su prometido a la fuerza.